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+Transición Energética Justa

Nombre del proyecto

Actualmente CEDHA esta trabajando principalmente en el siguiente proyecto:

'Promoviendo una transición energética justa con eje en el litio, con enfoque específico en las comunidades anfitrionas, el valor agregado local y la lucha contra el cambio climático'

CONTEXTO:

La emergencia climática mundial se refiere a la situación alarmante y urgente en la que nos encontramos con respecto al cambio climático. Se reconoce que la actividad humana, en particular la quema de combustibles fósiles y la deforestación, está aumentando las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, (Co2 y super contaminantes de vida corta,) lo que a su vez está causando un calentamiento global único en la historia de la humanidad.

La emergencia climática se manifiesta a través de fenómenos como el aumento de las temperaturas promedio, el derretimiento de los casquetes polares y los glaciares, el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones y tormentas más intensas, así como la pérdida de biodiversidad y la alteración de los ecosistemas que está causando serios impactos socio ambientales y económicos.

La transición energética es un proceso en el cual se busca cambiar la forma en que se obtiene y utiliza la energía, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático. Esta transición implica pasar de fuentes de energía tradicionales y altamente contaminantes, como los combustibles fósiles, a fuentes de energía renovable y más limpias, como la solar, la eólica y la eléctrica.

En el marco del cambio climático, la transición energética es especialmente importante debido a que las actividades humanas, especialmente la quema de combustibles fósiles para la generación de energía y movilidad, son una de las principales causas del calentamiento global. El uso intensivo de combustibles fósiles aumenta la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, generando el efecto invernadero y contribuyendo al cambio climático.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) establece que, para limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, las emisiones netas de CO2 deben reducirse en al menos un 45% para 2030 en comparación con los niveles de 2010, y alcanzar el cero neto para 2050.

La transición energética busca reducir la dependencia de los combustibles fósiles y promover el uso de fuentes de energía renovable y sostenible. Esto implica invertir en tecnologías limpias, como paneles solares, turbinas eólicas y sistemas de almacenamiento de energía, así como promover la eficiencia energética en los sectores industriales, de transporte y residencial.

Al realizar esta transición, se espera reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad de vida de las personas al reducir la dependencia de los recursos no renovables y promover una energía más limpia y sostenible. Además, la transición energética también puede generar nuevos empleos y oportunidades económicas en sectores relacionados con las energías renovables y la eficiencia energética.

Está claro entonces que la transición energética es un proceso fundamental para combatir el cambio climático, ya que busca cambiar la forma en que se produce y consume energía, promoviendo fuentes renovables y sostenibles.

En este contexto, el litio juega un papel fundamental en la transición energética debido a su uso en las baterías recargables de iones de litio, que son ampliamente utilizadas en la industria de la energía renovable y la movilidad eléctrica. Estas baterías son esenciales para el almacenamiento y suministro de electricidad generada a partir de fuentes renovables intermitentes, como la energía solar y eólica, ya que permiten estabilizar y regular el flujo de energía y la industria de vehículos eléctricos.

La demanda de litio ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años debido al aumento en la producción de vehículos eléctricos y el desarrollo de almacenamiento de energía a gran escala. La transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible requiere una mayor cantidad de baterías de litio para impulsar el uso de energía renovable y la electrificación del transporte.

El litio es un elemento esencial en la fabricación de baterías de alta capacidad, ya que permite el almacenamiento y liberación eficiente de energía. La alta densidad de energía y la larga vida útil de las baterías de litio las convierten en una opción preferida para aplicaciones tanto en vehículos eléctricos como en sistemas de almacenamiento de energía a gran escala.

Sin embargo, es importante destacar que la extracción y producción de litio también plantea desafíos desde una perspectiva social y ambiental, siendo importante garantizar que las operaciones de extracción de litio y toda la cadena de valor se realicen de manera responsable, respetando estándares ambientales y logrando inclusión social.

Por todo lo expuesto es claro que el litio desempeña un papel clave en la transición energética debido a su uso en baterías de iones de litio para almacenar la energía generada a partir de fuentes renovables y para impulsar el crecimiento de la movilidad eléctrica, considerándose necesario tener en cuenta los aspectos ambientales, adoptando las mejores prácticas de extracción y aspectos sociales, proporcionando capacitación, empleos y oportunidades de desarrollo económico local.

En este contexto, hay que destacar el ámbito geográfico de la aplicación del proyecto: Según datos del año 2018 del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), alrededor del 67% de las reservas probadas de litio, y cerca de la mitad del suministro mundial, se concentra en el 'triángulo del litio' (Argentina, Bolivia y Chile). Argentina cuenta con 1/7 de las reservas de litio, lo que la ubica en la cuarta posición mundial, y aporta cerca de 1/6 de la producción total, lo que la ubica en la tercera posición del ranking mundial. El USGS también destaca que Argentina es el país con mayores 'recursos de litio' con valor económico potencial.

En este marco, es sumamente importante y oportuno impulsar una economía productiva, donde se genere valor agregado local, en el esquema de explotación y comercialización del litio utilizando las mejores tecnologías, y al mismo tiempo sea llevada a cabo con principios de justicia social y ambiental. Generando capacitación, trabajo e infraestructura en las Provincias donde se extrae el mineral y logrando que el litio tenga una plus valía local a través del refinamiento, elaboración de baterías y potenciando la movilidad eléctrica entre otros posibles usos de este mineral.

También, es importante tener en cuenta la existencia de normas internacionales vigentes que condicionan la adquisición de productos al cumplimiento de pautas vinculadas a ambiente y derechos humanos. Dicho cumplimiento será fundamental para no perder mercado. Es clave la norma IRA (Inflection reduction act) de EE. UU que entró en vigencia a partir del 1 de marzo de 2023, cuya principal medida es la reducción de emisiones de GEI en sectores como electricidad, transporte, fabricación industrial, edificios y agricultura. A partir del año 2024, para exportar litio como materia prima o como producto activo hacia EE. UU habrá que cumplir con las pautas establecidas por dicha norma. Otra normativa muy importante proviene de Europa y es conocida como la Directriz Europea 2006/66/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 6 de setiembre de 2006 sobre las pilas y acumuladores y sus residuos, estableciéndose requisitos para la fabricación, comercialización y eliminación adecuada de pilas y acumuladores con el objetivo de minimizar el impacto ambiental y promover su reciclaje. En este contexto, es claro que Argentina como uno de los principales exportadores de litio debe cumplir con los máximos estándares socio ambientales para lograr mantener y fortalecer la demanda de este insumo y de la plus valía del mismo.

La experiencia de CEDHA es que la minería sustentable es una tarea compleja y multidimensional, que involucra no solo aspectos económicos y tecnológicos, sino también aspectos sociales y ambientales. El panorama internacional nos muestra que las relaciones comerciales y los negocios sólo tendrán futuro si están sustentados en principios que involucren estos aspectos.

Deseamos que valoren a CEDHA por impulsar la producción del litio y su plusvalía como una forma esencial de luchar contra el cambio climático y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida de la comunidad logrando una economía verde, trabajo sustentable y el menor impacto ambiental posible.

Esta visión debe promover una estrategia de intervención en la que las comunidades se fortalezcan como parte del proceso de producción, se desarrollen la ciencia y las tecnologías locales y los gobiernos, la industria y todos los sectores claves estén involucrados para logro de este objetivo.

El desafío de CEDHA es coadyuvar a sentar las bases en este sentido, para un trabajo a largo plazo de todos los sectores de la actividad económica.

Estrategia de intervención

La Fundación CEDHA trabaja en distintos ejes que aportan a lograr un proceso de transición energética justa con enfoque específico en las comunidades y el litio en Argentina.

Objetivos:

1. Fortalecer las comunidades anfitrionas:

El objetivo es vincular a la industria de litio con las comunidades locales interviniendo en las siguientes áreas:

- Creación de empleo y desarrollo local: La transición energética debe generar oportunidades de empleo local para las comunidades afectadas por la industria del litio. Esto puede incluir la creación de empleos en la extracción sostenible del litio, en la fabricación de baterías y en la instalación de infraestructuras de energías renovables. También profundizamos la posibilidad de que las comunidades anfitrionas donde se desarrolla la industria de litio puedan potenciar sus trabajos tradicionales (agricultura, ganadería, gastronomía, turismo, etc.) para lograr que sean autónomas y sostenibles económicamente.


* Compensación justa: Articular para lograr inversión en infraestructuras y servicios públicos y privados locales para las comunidades que conviven en la zona de minería de litio y así mejorar su calidad de vida.


2. Impulsar la cadena de valor del litio:
El objetivo es promover la creación de una cadena de producción y valor agregado que beneficie a las comunidades locales y a los distintos sectores productivos que pueden estar vinculados con esta industria. Esto incluye, además del refinamiento del mineral, incentivar la producción de baterías, movilidad eléctrica, tecnología, y toda la cadena de valor del litio, generando diversificación de la economía, empleos y desarrollo económico local.

3. Fomentar la investigación y desarrollo de tecnologías de litio:
El objetivo es impulsar la investigación, el desarrollo y la capacitación de nuevas tecnologías relacionadas con el litio, como métodos de extracción más eficientes y sostenibles, baterías de litio más avanzadas y de mayor capacidad de almacenamiento de energía, automóviles eléctricos que puedan servir para transporte público y movilidad interna de Ciudades.

4. Promover la extracción responsable y sostenible:
El objetivo es fomentar la extracción responsable del litio, promoviendo que se cumplan estándares ambientales y sociales, evitando la sobreexplotación de los recursos y minimizando los impactos negativos en las comunidades locales.

4. Generar sinergia y alianzas con distintos actores claves:
El proyecto busca colaborar con diversos actores clave para lograr una transición energética justa. Estos incluyen el gobierno, comunidades locales, empresas, academia y sindicatos. Se busca establecer alianzas que promuevan la sostenibilidad en la extracción y producción de litio, el fortalecimiento de las comunidades locales y la capacitación de trabajadores, así como el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles. Trabajar en conjunto con estos actores es fundamental para lograr una transición exitosa hacia una economía más verde y equitativa.

En resumen, el proyecto de Transición Energética Justa, centrado en el litio como mineral climático, busca promover una producción y consumo de energía más sostenible y equitativa. Prioriza la plusvalía local e integra a las comunidades anfitrionas, teniendo en cuenta la perspectiva de género y la juventud. Es fundamental generar sinergias con diversos actores clave, como gobiernos, comunidades locales, academia y empresas, para asegurar una transición justa y sostenible. Este proyecto impulsa la cadena de valor del litio, promoviendo la extracción sustentable del mineral y la producción de baterías, movilidad eléctrica y tecnologías que generan beneficios locales, como empleo y desarrollo económico. En última instancia, busca equilibrar la producción y consumo de energía a través de fuentes renovables, con un enfoque en la responsabilidad social y ambiental, aprovechando al litio como mineral climático para combatir de manera efectiva el cambio climático.