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Conversatorio de Susana Ferrari y María Teresa Andruetto

El viernes 03 de diciembre de 2021, se realizó un conversatorio entre Susana Ferrari y María Teresa Andruetto. El emotivo homenaje al arquitecto, fotógrafo y pintor Augusto César Ferrari, tuvo lugar en el Castillo San Possidonio, obra del artista.

El talento y la magia de don Augusto César Ferrari permanecen intactos en cada una de las obras del artista. Sobre todo, en la ciudad de Villa Allende, donde el arquitecto italiano construyó la Iglesia Nuestra Señora del Carmen y una decena de casonas emblemáticas.

Precisamente, en una de ellas se está llevando un gran trabajo de recuperación. Se trata del Castillo San Possidonio, que abre sus puertas nuevamente para imaginar y soñar. Un espacio donde su aroma habla de otro tiempo y donde la creatividad revolotea por sus muros, invitando a experimentar la singularidad de los detalles del artista.
El viernes se convirtió en una noche de fiesta y reconocimiento para la cultura. Una celebración producto del ímpetu de un puñado de personas, que se dispusieron a poner nuevamente de pie, una obra histórica para la provincia de Córdoba, Argentina y el mundo.

El sol se ponía tras el Castillo y siendo las 20hs, la locutora Fernanda Gili brindó la bienvenida al público y dio comienzo al evento. Instó a Alejandro Mareco, que en nombre de la Agencia Córdoba Cultura, expresó un mensaje acerca de la maravilla que tenemos los cordobeses, quienes debemos ser capaces de celebrar y sostener el legado de Ferrari. 'Un horizonte para que esto crezca, para que esto permanezca en el tiempo', sostuvo.

Obras para enamorarse

Luego de las palabras de Mareco, desde los Jardines del Castillo se convocó a la restauradora Marcela Mamana, quien vela por la calidad y conservación de bienes culturales e históricos, y que participó de la recuperación de San Possidonio.

'Es imposible tocar una obra de Ferrari sin enamorarse de todas las demás', pronunció. Como restauradora, indicó que fue un placer formar parte de esa experiencia extraordinaria y promulgó estar dispuesta a defender la memoria del italiano. 'Todos deben enamorarse de las obras de Ferrari, donde abrís una puerta que te abre otra puerta y te llena el alma'.

La arquitecta italiana nacida en Torino, Liliana Pittarello, también quiso estar presente en el homenaje, por lo que envió un video con una breve reseña de Augusto y sus gustos por la arquitectura civil medieval, que todos tuvieron la dicha de escuchar.

Pittarello investigó y tuvo un gran protagonismo en el relato de la historia de Ferrari. Su libro '¡Qué bello es vivir' está basado en la vida y obra del constructor de la iglesia de Los Capuchinos y San Possidonio, entre otras tantas. Por lo que su testimonio, fue muy valioso para el encuentro.

A continuación, se dio comienzo al conversatorio entre Susana Ferrari, memoria viva del amor y el arte de su padre Augusto, y la destacada escritora argentina María Teresa Andruetto.

Las historias detrás de sus muros

Durante la charla, Susana contó varias anécdotas y detalles de la familia Ferrari. Mencionó por ejemplo que Augusto hacía las casas en tres o cuatro meses, pero era su mujer Celia, quien ponía sus nombres. La Cigarra, por ejemplo, lleva su nombre debido a que es sinónimo del verano, del ocio y porque allí la familia descansaba todo el día.

Augusto Ferrari era un hombre creativo, innovador, tal vez de silencios profundos pero de creaciones magníficas. En su trabajo era metódico y riguroso, pero según los recuerdos de su hija 'tenía bastante claro la división del tiempo de trabajo y el tiempo de sus hijos'.

Susana definió a su padre como un hombre resiliente. El Castillo sonaba disonante en Villa Allende, pero para una persona a quien su madre abandonó en un orfanato y fue criado por una nodriza que le dio la estima de sí mismo, se convierte en un ícono de la capacidad de superarse. Así, 'la resiliencia, junto a la creatividad y la pasión, fueron las tres cualidades más excelentes de mi papá', indicó.

En nombre de la familia Ferrari, Susana contó por qué están contentos de que El Castillo se convierta en un centro gastronómico. Al haber transitado sus pasillos de pequeña y hasta los 15 años, reconoció que es una casa difícil para vivir ya que necesita mucho mantenimiento. De manera que ser un polo cultural y gastronómico lo convierte en el mejor destino, pero sobre todo lo es, por haberlo sacado del abandono, recuperando un patrimonio histórico para todos.

La recuperación de un ícono emblemático

Finalizado el exquisito conversatorio, subió al escenario Pablo Campos. El fundador de Croque Madame, que funciona desde el año 2005 en establecimientos de gran interés cultural e histórico, catalogó de 'impresionante este lugar'. La marca tendrá su espacio en San Possidonio, convirtiéndose en el onceavo Croque Madame y el primero en Córdoba.

Acto seguido, Gerardo Ghioldi Ferrari -nieto de Augusto- pronunció unas palabras de agradecimiento y regaló a Campos y a Pablo Bigi -uno de los socios fundadores del Proyecto Cultural y Gastronómico-, un libro basado en las obras del artista italiano.

En una noche memorable, la Orquesta Municipal de Villa Allende conformada en el año 2016 y dirigida por el profesor Román Carballo, cerró el evento deleitando a los invitados con una selección de temas, entre los cuales no pudo faltar la música de la película italiana Cinema Paradiso.

La presencia y apoyo de todos los concurrentes justifica el esfuerzo realizado -y por hacer- para continuar con el legado y la memoria de Augusto César Ferrari. Recuperar uno de los íconos de las obras de Ferrari y hacer presente su historia, se convierte en una experiencia importante, tanto para Córdoba como para el Mundo.